Nuevos desafíos en educación

 Vivimos inmersos en un mundo donde la tecnología está presente y es protagonista. Hoy en día, internet, los teléfonos celulares, las computadoras, entre tantos objetos, han modificado nuestra vida para siempre.

 Marc Prensky, escritor estadounidense, creó y desarrolló los conceptos “nativos digitales” e “inmigrantes digitales”. El termino “nativo” se refiere a que podrían considerarse habitantes de otro país o civilización, hasta pareciera que hablan otro idioma.

 Los nativos digitales son aquellas personas que nacieron en la era digital y son usuarios de las tecnologías con una habilidad consumada. Forman parte de la generación que ha crecido inmersa en nuevas tecnologías, donde los teléfonos móviles, los videojuegos, la internet, el mail y la mensajería instantánea integran su vida y su realidad tecnológica. Los rodean los nuevos medios masivos de comunicación que consumen masivamente, desarrollando una manera de pensar y entender el mundo particular.

 Por oposición, define a los “inmigrantes digitales” como aquellas personas nacidas y educadas antes y por fuera del auge de las nuevas tecnologías; provienen de un mundo analógico y desde allí han tenido que aprender a usar los medios digitales.

 Desde lo pedagógico resulta un gran desafío, debido a que las escuelas están configuradas a partir de un mundo analógico. Si reproducimos los mismos métodos que funcionaron en el pasado, estamos condenados a fracasar y provocar el desinterés de los chicos. Debemos comenzar a tomar los elementos que contiene el contexto para promover un aprendizaje donde estén presentes la autonomía y la reflexión crítica.

 Las instituciones escolares deben abrirse a nuevas formas de aprendizaje, desarrollando un entorno motivador y acorde con las nuevas capacidades de esta generación. Esto no significa que todo lo trabajado hasta ahora sea inútil, sino que debemos rever qué es lo que ya prescribió, lo que es útil y cómo se puede asociar a futuras temáticas y conocimientos. Como en toda institución, los cambios suelen ser muy lentos, y hay tradiciones muy instituidas. Es necesario cuestionarnos para qué traemos las nuevas tecnologías, no poner el foco en el soporte o el medio, sino en aquello que nos permite hacer, la complejidad que tiene y qué desafíos plantea.

 La investigadora holandesa José van Dijck trabaja en medios de comunicación y plantea que en las redes sociales existe el botón “me gusta”; este es de popularidad, de adhesión instantánea, pero no existe el de “difícil pero importante” o “esto me cuesta pero tengo que hacerlo”. La escuela justamente debe ser ese espacio de lo difícil pero importante o, acaso, aprender a leer y escribir al principio, ¿fue fácil?

 La escuela constituye una institución valorada por la sociedad, pese a que en este ultimo tiempo está siendo desligitimada y muy criticada. Si no se están haciendo las cosas bien, en vez de destruirla, debemos pensar en cómo podemos fortalecer lo que se tiene que hacer bien. ¿Cómo podemos lograr una escuela más atractiva? Trabajando con la lengua y los nuevos lenguajes. También debemos trabajar en la civilidad, término planteado por Inés Dussel, donde los chicos aprendan a hablar, a escuchar, a conocer la perspectiva de otros, a dialogar con otras generaciones. La escuela y estos tiempos son espacios desafiantes donde se pueden vivir experiencias muy formativas.

Artíiculo escrito por  MANUEL ROCHA 
Lic. en Ciencias de la Educación
Extraído de EDITORIAL SAN PABLO On Line
Edición: Nº 796 - 26 de Abril de 2017